- Muérdeme los labios y dime a qué te saben - susurró desnuda pasándose unas cerezas por la boca y chupándolas con lascivia.
Él se acercó, tomándola por la cintura, y de un mordisco se los arrancó dejando a la vista toda su mandíbula. Después sacó un pañuelo y le limpió con ternura la sangre que le brotaba por la barbilla.
Ella, sin tan siquiera intentar hablar, le observaba excitada masticarlos.
Él se los tragó y dijo - Supongo que así saben los labios del vecino pero sé que no volverá a ocurrir, ¿verdad, mi amor? -.
Él se acercó, tomándola por la cintura, y de un mordisco se los arrancó dejando a la vista toda su mandíbula. Después sacó un pañuelo y le limpió con ternura la sangre que le brotaba por la barbilla.
Ella, sin tan siquiera intentar hablar, le observaba excitada masticarlos.
Él se los tragó y dijo - Supongo que así saben los labios del vecino pero sé que no volverá a ocurrir, ¿verdad, mi amor? -.
Vaya Ana, una sorpresa tras otra. Me sorprended con cada letra. Me has llevado desde el morbo, hasta el asco, para llegar a una sonrisa final. Me ha encantado. Un besillo guapa.
ResponderEliminarMuchas gracias María. Sí, es bastante asqueroso, nunca escribí nada así :) Me alegro que te encante, besos
Eliminar¡Muy sorprendente! Abrazos
ResponderEliminarGracias Mar, un abrazo (ya le puse bozal)
Eliminar¡Qué bueno!, ¡Qué gore!. Si es que hay tíos que no aguantan un pie en la boca. O los labios de otro... Jugosísimo, Ana. Bsos
ResponderEliminarVenga una de picotas!!! Fer!!! jaja, muchas gracias y besos mozu!
Eliminar¡Wooooow! ¡Me has roto! Un micro ultra rojo, lascivo, gore y audaz. Una gozada que te deja una extraña mueca en la cara, una sonrisa desencajada. Genial, Ana.
ResponderEliminarAbrazos, Amiga.
jajaja, gracias Edgar! Quise que fuera surrealista pero no lo consigo. Me cuesta mucho pero ahí voy! Abrazo amigo de las Letras!
EliminarVaya micro! muy bien llevada la historia y muy bien escrito. Uno de tus mejores relatos sin duda. Grande robinicola!
ResponderEliminarOoooooh! Gracias Santi. Un honor que te haya parecido eso :) Un abrazo fuerte!
EliminarMuy bueno Ana menuda venganza...!!
ResponderEliminarSaludos :))
Gracias Virginia y abrazos!!
EliminarUna lascivia como pocas, un relato que sorprende por lo corto, lo jugoso y lo intenso, claro, hablo en este ultimo caso del gore.... un gore lujurioso. Me encató, felicidades mi querida Ana Lía. Besos! (pero sin arrancarte los labios, jejeje!)
ResponderEliminarjajaja, ok Alonso. También soy de los besos de toda la vida. Muy gore el señor este!! Muchas gracias y besos para ti también :)
EliminarImpactante. Dices mucho en pocas palabras. Me ha encantado. Saludos
ResponderEliminarMe alegro que te impactara, era un objetivo. Un abrazo, Paola
EliminarQue turbio¡¡¡ :)
ResponderEliminarEl texto está muy bien construido, dices mucho más de la historia de lo que cuentas con las palabras, te sugiere muchas cosas...Bravo¡¡
Gracias Lucas! Me gustó eso de turbio. Espero que no te sugiera hacerlo de verdad :) Un abrazo
EliminarJoooooopelines!! Eso sí que son celos llevado al extremo. Claro que ella parece aceptar el castigo de buen grado...
ResponderEliminar¡¡Tremendo, Ana!! Tal para cual
Un beso enorme para tí y mis respetuosos saludos a tu increíble inspiración :))
Muchas gracias hermosa. Sí que son tal para cual, ajjaa. Besos mocina
EliminarUn micro genial Ana Lia, sorprendente, un micro macro...
ResponderEliminarFeliz tarde.
Muchas gracias, Carmen. Un fuerte abrazo
EliminarAnalíaaaaaaa que horrible!!! Es que la he visto. La he visto sin labios con las mandíbulas al aire... Los hay vengativos eh?.
ResponderEliminarEstupendo relato que tiene en tanto en tan poco... Maravilloso!
Ostras, pues lo siento por esa imagen tan asquerosa...jajaja. Es como tenía que ser terror gore, surrealista, etc... Muchas gracias Mercedes y besos
Eliminar¡Mama mía! horripilante venganza de amante celoso....y el vecino de rositas jeje.
ResponderEliminarUn gusto leerte aún en clave gore.
Besos
Muchas gracias Francisco!! Es lo único gore que tengo, lo prometo! Besos
EliminarUna mezcla de erotismo y gore maravillosas. Y un final que despierta una sonrisa. Como dice María, una sorpresa tras otra, en cada línea, en cada párrafo, cambia algo. Un abrazo, Ana.
ResponderEliminarMuchas gracias Ricardo, me alegro haberte sorprendido. Un abrazo
Eliminar¡Otia!
ResponderEliminarEl problema no problema es que el Relato es jodidamente morboso y tierno al mismo tiempo... Erótico, lascivo y de lo más sensual... Y no puedes quitarte esa dulce lujuria que tiene Él en la imagen mental que se ha formado en mi Mente... ¡¡Aiiix!! Y luego lo piensas y es... "¡Lechugas! ¡Qué le ha arrancado el labio!", pero es tan... ¡¡¡Aaaarg!! Que se te olvida...
¡Brutalmente Brutal Guapota!
¡Besines! ;)
jajajaja, eres terrible! Lo del morbo es adrede por la lujuria y lo de tierno...pues el quizá en ese momento de limpiarla pero no quiero un hombre así, también te digo. Para morder, ya estoy yo, jaja Besos y gracias guapísima!
EliminarEs una manera de poseer los labios de su mujer.
ResponderEliminarEs verdad, una manera como otra cualquiera, jaja. Para qué dialogar sobre un suceso tal como una infidelidad pudiendo solucionarlo así. Gracias Luciano, un abrazo
EliminarAna,
ResponderEliminarTe deja sin palabras (afortunadamente, no sin labios!!!).
Impresionante como en pocas palabras sorprendes tanto. Desde ese punto inicial de deseo hasta esa venganza cruel de unos celos odiosos.
Muy bueno.
Saludos
Muchas gracias por el comentario, Conxita! Me alegro haberte sorprendido, un abrazo
EliminarJopeeee, Ana!! madre mía, decir carne de gallina es poco...te te has salido....
ResponderEliminarufff
un besazo, me ha parecido buenísimo.
jajaja, gracias Clara. Ya lo dijo Don Joaquín: "Porque amores que no mueren matan y porque amores que matan, nunca mueren". Besos moza
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