- Quiero llevarte conmigo al lugar donde habitan las hadas, quiero creer que existe y allí seremos niños para siempre. Ya no tendría que venir a hurtadillas en la noche al bosque para verte, tampoco iría a la ciudad a ese estúpido colegio ni tendría que volver a ver al tío Luke. ¡Sí! ¡Seguro que existe! Cazaremos dragones y acabaremos con todas las brujas. Tendremos un sinfín de aventuras maravillosas. Tú podrías ser una hermosa sirena y nadar libre en el mar. Yo, un gran mago o, quizá, un temido pirata que acabará siendo encantado por tu dulce voz - susurraba dibujando con su navaja un corazón en el árbol.
Ella le miró asustada. Con sumo cuidado le arrebató el arma y huyó entre la maleza. Él la siguió - ¿dónde vas? Pero, ¿qué te ocurre?
- ¡Yo no soy una sirena! - gritó la niña deteniéndose y enfrentándole.
- Cuando estemos allí podrás ser lo que tú desees - replicó el niño extendiéndole la mano.
- ¡Jamás vendrás conmigo! - contestó ella desplegando dos brillantes alas en su espalda - allí no queremos humanos tontos que lo destrozan todo - y se fue volando para nunca más volver.
Perdió un sueño, pero aprendió una gran lección.
ResponderEliminarCuidar de la naturaleza, :)
Muy bonito Ana Lía.
Un abrazo.
Gracias, Irene :) Un abrazo
EliminarGenial. Qué bonito. El pequeño descubrió que para ser parte de la naturaleza, hay que cuidarla.
ResponderEliminarUn besillo y bienvenida. Se echaban de menos tus letras.
Un besillo.
Gracias, María! Sí, ya hacía algún tiempo que no escribía. Un fuerte abrazo
EliminarLos tontos humanos todo lo destrozamos: un hada muy sabia. Me ha encantado, Analía. Te dejo un abrazo y mis mejores deseos para el concurso ;)!
ResponderEliminarFer
Muchas gracias, Fer! Un abrazo
EliminarUna gran lección que el niño tuvo que aprender a costa de una decepción. Me pregunto cuándo iremos a aprenderla los adultos.
ResponderEliminarPrecioso, Ana Lía, y con moraleja :))
Un beso de finde, que lo disfrutes!!
Julia! No lo pienses más. Vamonos raudas al lugar donde habitan las hadas. María Campra y yo somos brujas, así que tú serás el hada :) Buen fin de semana también, hermosa, y gracias. Besos
EliminarAla Lia un bonito cuento con moraleja. Los adultos tenemos mucho que aprender. Un abrazo y suerte con el concurso.
ResponderEliminarMuchas gracias, María del Carmen! Un abrazo
EliminarMe ha parecido genial Ana. Un cuento muy tierno con una gran lección. Yo tampoco dejaría entrar humanos, no tenemos remedio. Saludos y suerte.
ResponderEliminarGracias, Purple! Es verdad, los humanos no tenéis remedio pero algunos libráis :) Un abrazo
EliminarPrecioso! El mismo árbol debería haberle dado un sopapo nada más empezar! No me esperaba semejante desenlace, Bravo!
ResponderEliminarjaja, hubiera estado bien ese sopapo! Gracias y un abrazo
Eliminarcambio de look del blog, con un aire más otoñal. Ojalá pudiéramos cambiarnos o al menos cambiar nuestra mentalidad de humanos que todo lo destrozan. Un saludo.
ResponderEliminarSí, un cambio. Un atardecer en otoño, el mejor momento del año. Si vieras mi pueblo en esa estación, te enamorarías :) Un abrazo y gracias, Jorge
EliminarSaludos Ana Lía, un encanto tu relato. Él lugar ya existe y por más que el quiera ir, no está hecho para una mentalidad como la de él. Como dicen, todo está en la mente. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarMuchas gracias, Mery. ¿Quién sabe? Quizás no sólo en la mente... Un abrazo, guapísima
EliminarSaludos Ana Lía, sí cierto, mejor decir todo empieza en la mente y de ahí al infinito y más allá :). Maravilloso tu relato, hermoso!. Cariños y bendiciones!
EliminarHermosa manera de narrar una lección de vida, para que lo aprenda un niño, y los no tanto. Respetar a la Madre Naturaleza.
ResponderEliminar¡Un abrazo, Ana!
Muchas gracias, Mila! Un abrazo :)
EliminarBuena prueba de que el niño como ser humano que era ya daba muestras de una falta cde respeto hacia la naturaleza. ¡Como para que le llevarán al país de la fantasía!¡Ja!
ResponderEliminarBonito e ilustrativo.
Besos Ana
jajaja, me encantó ese ¡Ja! Gracias, Francisco. Besos
Eliminar¡¡¡Bienvenida!!!
ResponderEliminarUna reacción desairada pero lógica cuando uno desconoce la zona de confort del otro y pretende integrarlo en su propia fantasía. En estos casos lo mejor es tú a Bostón y yo a California y Santas Pascuas.
Un abrazo
Hola, Maaaax! jajaja, pues sí :) Gracias y besos, mocín!
EliminarWoww, me ha encantado. Fantástica moraleja. ;)
ResponderEliminarUn besote. =)
Woww, qué sorprendente reacción! También me ha encantado ;) Besos, hermosa
EliminarMuy buen relato. Te deseo mucha suerte.
ResponderEliminarGracias, Bruno!
Eliminar¡Hey has vuelto!
ResponderEliminarEspero que no sea para nunca más regresar, eh.
Hace mucho que tenías esto solo hasta iba a escribir al respecto, pero todo deformó en mi primer relato del nuevo blog :p
Abrazo.
¡Hey! A qué no te lo esperabas? Yo siempre vuelvo, soy como Colombo!!! Ibas a escribir algo sobre mi defunción, :)? Un abrazo y gracias por la bienvenida
EliminarPero... pero... pero... ¿Y el amor? ¿Por qué? No vale, jo, yo estaba ilusionado ya con, con lo de ella y el y, y el sitio donde viven las hadas... T.T
ResponderEliminarBueno, va. Trago porque es cierto: no hacemos otra cosa que quemar cuanto miramos; a veces incluso aquello que deseamos. A veces, los humanos me parecemos una plaga más que otra cosa, la verdad.
Empero, en defensa del amor y de la naturaleza, diré que para que el primero saliera adelante, tendrían que haber compartido el amor por la segunda. Quizá ella podría haberle enseñado. Quizá él hubiera estado dispuesto a aprender. Quizá, y sólo quizá, habría funcionado.
Un saludo :)
Hola, J Blacksmith! No todos los humanos son iguales. Muchos van al lugar donde habitan las hadas :) Muchas gracias y un saludo!
EliminarPrecioso relato, poético y con una lección importante para todos... espero que el niño llegara a aprenderla.
ResponderEliminarMe ha encantado, Ana Lía. Mucha suerte en el concurso, compañera.
Besos
Muchas gracias, Chari! Seguro que la aprendió :) Besos
EliminarUna puñalada del mundo de la fantasía al sueño del ser humano por formar parte de él. Es una paradoja que un ser provinente de la creatividad abandone a quien alberga tal capacidad de creación, por sus aptitudes destructivas. Un enfrentamiento extraordinario reflejado en un micro a la altura de su mensaje. Muy bueno, Ana.
ResponderEliminar¡Abrazo, Amiga de Letras! ;)
Hola, Edgar!!!!!!! Muchas gracias por tu comentarión! Ya he visto algo del terror que estáis creando por los blogs :) Me encanta. ¡Un fuerte abrazo, Amigo de Letras!
EliminarPrecioso y aleccionador Ana lía, los humanos no tienen cabida donde el amor a la naturaleza forma parte de la vida. Muchos besos y muchas felicitaciones Preciosísima hada Ana.
ResponderEliminarOooooh! Gracias, Mercedes. Por tu comentario y por decirme hada Ana, me gustó mucho. Entre nosotras, ahora que no nos oye nadie, realmente soy una poderosa bruja ;) María Campra también pero "Ssshh" Besos hermosa
Eliminar¡Qué bonito! Me ha encantado el texto, Ana Lía.
ResponderEliminar¿Eres una bruja? Jajajajaja, ¡me encantan las brujas!
Un abrazote.
Gracias, Sue! Sí, soy más bruja que bruja, jaja. Un abrazote, moza
EliminarLos humanos ¡tan depredadores! ya hemos conseguido ser más terribles y odiados que los monstruos, hechiceros y demás criaturas infernales ¡Nuestra codicia no tiene límites! y es algo que conocen muy bien todas estas maravillosas criaturas, por eso se fueron definitivamente a vivir a ese País de Nunca Jamás y se apartaron de los humanos que les producían graves urticarias...je,je,je
ResponderEliminarPrecioso y reivindicativo relato, Ana Lía.
Un gusto pasarme por primera vez a disfrutar de tu bellas letras.
Besos
¡Oooooh! Gracias, Estrella. Bienvenida a mi mundo de locuras :) Ahora preparo un té, además el otro día un morocho lindo me trajo Lemon Pie (una tarta deliciosa) y aún me quedan un par de porciones. Besos
EliminarMe ha encantado, Ana Lía, es muy tierno y al mismo tiempo cruel, y encima desde la inocencia, que es quizá de los tipos de crueldad que más duelen, jaja. Muy mágico y reflexivo, pues en la vida hay que aprender muchas lecciones, por desgracia, con roturas en el corazón ; )
ResponderEliminarMuchas gracias, Ramón :) Quien pudiera ser niño otra vez para ser inmensamente cruel, mmmbuajaja. Abrazo
Eliminar