sábado, 18 de abril de 2015

Algún día


   Apoyada sobre la pala miraba asombrada la poca porción de cielo que podía observar desde aquel agujero rojo como un infierno. El sol casi estaba en su cenit y no aguantaría mucho más. Estaba empapada en sudor y su cantimplora apenas tenía agua para poder continuar cavando tres o cuatro horas más.

- ¿Qué miras, Milly? - le preguntó su hermano pequeño desde arriba deslizando una cuerda con un panecillo dentro de su pequeño sombrero tejano. 

- El cielo, Charlie. Es lo único que hay hermoso aquí. ¿Sabes qué? Algún día estará lleno de cohetes surcándolo en una y otra dirección, de un planeta a otro. No importará que tan lejos esté el destino. Los grandes trayectos los harán en cápsulas de hibernación porque un ser humano no puede viajar distancias tan largas, moriría sin haber salido del Sistema Solar. Tal vez tú y yo podamos ir a un planeta fértil que tenga océanos, montañas, ríos y lagos como la Tierra antes de contaminarse. Allí seremos libres y jamás tendremos que volver a cavar – soñaba en voz alta muy sofocada. 

   Merendó y bebió un pequeño trago de la cantimplora. Luego, la colocó en el sombrero para que su hermano la izara y bebiera lo que quedaba. Tomó una bocanada del polvoriento aire y retomó su excavación con las fuerzas que pudo concentrar. 

- ¡Vamos, hermana! Sé que tú puedes. Si lo consigues podremos ir de vacaciones en esos cohetes que dices. Yo no hibernaré y así, cuando despiertes, seré mayor que tú y me tocará a mí cuidar de ti – animaba el niño completamente ilusionado con la idea de viajar por el espacio. 

- Sí, Charlie. Construiré un cohete de lujo con el dinero y juntos nos iremos a través de las estrellas a buscar nuestro paraíso, tal como mamá y papá hubieran querido para nosotros – dijo sin apenas aliento. 

   Tras varios minutos haciendo un esfuerzo sobrehumano, clavó la pala en la tierra. Exhausta, recargó su cuerpo sobre el mango y cerró los ojos. 

- Milly, ¿estás bien? - preguntó Charlie obteniendo sólo silencio. - ¿Milly? ¡Contéstame, por favor! ¡Milly! – gritaba asustado. 

   Una lágrima asomó entre las pestañas de la joven, se desprendió con suavidad y cayó verticalmente produciendo una honda en aquel charco que comenzó a cubrir sus destrozadas botas camperas. Reaccionó de pronto, completamente histérica, lanzando su sombrero al aire - !Yija! ¡Encontré agua! Tenemos un maldito pozo en esta estúpida tierra, Charlie. ¡Somos ricos! -. 

- ¡Qué me aspen, Milly! ¡Eres la mejor, hermana! Vamos a celebrarlo. Comámonos todos los frijoles de lata y asemos esta noche malvaviscos – dijo llorando de felicidad el pequeño. 

- Tengo una idea mejor, Charlie. Ve a por las latas y los malvaviscos. Yo iré al pueblo a cambiar algo de agua por combustible. Luego arrancaremos el viejo cohete y pasaremos la noche en Deimos porque estoy harta de esta maldita tierra marciana – dijo mientras salía empapada del pozo a causa de la gran cantidad de agua que ya brotaba como un géiser.

 



51 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, me ha trasladado a aquellos días cuando, de niño, leía aquellas historias de Ciencia Ficción de una Colección llamada "Relatos de Anticipación".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues voy a buscar esos relatos que seguro me gustarán. Muchas gracias Joan y un abrazo!

      Eliminar
  2. Muy bueno Ana Lía, sobreviven viajando de mundo en mundo y al parecer en todos existen las mismas dificultades de dinero, provisiones... Seguro que los habitan también todo tipo de personas, como aquí en la Tierra. Me ha gustado mucho esa aventura continua. Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Mercedes! Quise hacer algo como Bradbury aunque claro, soy yo y no tengo tanto despliegue como él. Seguro que consiguieron su nave con cápsula de hibernación y tal vez lleguen a Gliese 581 g o a algún otro planeta que la sonda Kepler haya encontrado con condiciones parecidas a la Tierra. jaja, besos

      Eliminar
  3. Maravilloso relato Ana, lleno de esperanza, hermandad y viajes espaciales, un cuento para soñar realmente fantástico, oda a la imaginación y a la ciencia ficción más entrañable. Encantadora lectura.
    ¡Un abrazo amiga! ;)

    ResponderEliminar
  4. Cómo me recuerda a los Cuentos del planeta Tierra de Arthur C. Clarke. El agua como elemento de cambio por combustible, es genial. Estupendo relato.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  5. Genial Ana,
    Una imaginación prodigiosa la tuya.
    Me gustó mucho.
    Beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Ricardo! Como me alegra que te gustara y además mucho! Beso

      Eliminar
  6. Ana, qué bonito tu relato..me ha encantado.Me has metido en su lectura con la sensación que vive la hermana mayor, responsable del pequeño. Su unión como hermanos y el entorno futurista está mágicamente narrado.
    un besote!

    ResponderEliminar
  7. Qué cuento tan imaginativo y tan tierno, Ana! Ubicarlo en un contexto futurista le da un toque sorprendente, pero lo que me ha enamorado es la inocencia y candidez de los hermanos, su relación. Te quedó genial!! :)

    Un abrazo, que tengas feliz domingo!!

    ResponderEliminar
  8. Hola Ana Lía.
    No sé que pasó que no se registró mi comentario.
    Genial tu historia, muy dulce, tierna, colmada de aventura, imaginación y amor fraternal.
    Me encantó el final inesperado y mágico.
    Lo disfruté muchísimo.
    Un gran, gran abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Lucia :) Me encanta que te haya encantado. Un fuerte, fuerte abrazo para ti

      Eliminar
  9. Soñar y soñar y volver a soñar, genial ana Lía, muy tierno relato y con una gran dosis de imaginación....Sigo pasando aunque no me veas. Abrazos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Jordi! Buenos días. Ya, es que ahora esto ha crecido. Me paso en un rato por tu blog, ojalá me de tiempo. Muchas gracias y abrazos!!

      Eliminar
  10. Una historia fantastica Ana, aunque quizá no tanto. La lucha de los jóvenes me recuerda a la lucha e ilusiones que todos tenemos, por cambiar de vida o ver lugares que deseamos conocer.

    Gracias, me gusto mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Francisco. Sí, por eso hay elementos típicos del sueño americano (como ejemplo, también valdría la colonización o cualquier otra época histórica). Recuerdo a gente del Valle de Valdeón (León, España) que me contaban historias de cuando, por necesidad, les enviaban a EEUU (Arizona, ...) a cuidar ganado (borregueros). Uno me dijo que le dejaban por semestres solo con un saco de comida y un arma, tenía que dormir a la intemperie y más de una vez en la oscuridad disparó a ciegas pensando que había serpientes (seguramente las había buscando el calor de sus cobijas). Un sacrificio enorme. No es fantástico, es algo que sucede constantemente :) Me ha gustado que lo vieras así. Un abrazo enorme Francisco

      Eliminar
  11. Ostras, ese final no me lo esperaba, qué bueno. Me han encantado las lágrimas de alegría de la hermana mayor al encontrar agua. Y, sobretodo, la frase del pequeño, diciendo que viajaría sin hibernar para ser mayor que ella, y así poder ser él quién la cuide.

    Me ha gustado mucho :)
    Un abrazo y que pases una gran semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Carmen, me alegra que te gustara. Igualmente, muy buena semana. Abrazo

      Eliminar
  12. Ohhhh preciosa entrada llena de esperanza. Me ha encantado tu forma de redactarlo. Además no conocía esta faceta tuya, me ha gustado. Lo descrbes de tal manera que puedes ver a los hermanos juntos. Un besillo guapa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias María :) Que bueno que les vieras, un besillo moza!

      Eliminar
  13. El agua es vida!!!! Me ha gustado mucho tu relato. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que en el futuro las guerras serán por el agua. Muchas gracias Skuld, me alegra que te gustara. Un abrazo

      Eliminar
  14. Saludos, muy lindo relato. Me recordó la pelí Millones, el agua es un tesoro que poco valor le damos los que gracias a Dios la poseemos. Éxitos y bendiciones!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Mery! Si, no sé si gracias a Dios pero sí :) Un abrazo!

      Eliminar
    2. Saludos Ana Lía, bueno, yo siempre agradezco a Dios por lo que tengo y a veces también por lo que no :). Cariños y bendiciones!

      Eliminar
  15. Guauuu, impresionante. Esa forma de hablar a lo Tom Sawyer le da mucha vidilla a tan estupendo relato lleno de momentos fascinantes. Lo de no hibernar para tener la misma edad es una idea realmente nutritiva. Curiosamente no hace ni media hora que acabo de ver en la tele, John Carter que es la historia de ese tipo que es trasladado a Marte y se convierte en superhéroe, basado en el relato de Edgar Rice Burroughts el de Tarzán. Tengo una saga galáctica con hibernaciones y demás parafernalia en mi blog pero no te voy a poner el enlace para estropear tu historia redonda.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja, me alegro que te guste lo de hibernar! Sí, es algo como Tom Sawyer y Jhon Carter!! Muy buena, que ojo tienes! Muchas gracias Max y besos

      Eliminar
  16. Qué conmovedor Ana, me gusta. Es genial, tiene su ternura y su parte de realidad muy bien combinadas.... pero me dio sed...jeje.
    Un saludo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Sonia. Pues te invitaría a una cerveza pero ya sabes, la distancia :) Un abrazo

      Eliminar
  17. A través de esos diálogos ten naturales y bien construidos, logras transmitir la buena relación de los hermanos y su personalidad. El relato está lleno de esperanza, ilusión, amor y sueños, y todo envuelto en una atmósfera fantástica y roja.
    Nos narras la historia de dos hermanos que para sobrevivir, tratan de buscar agua en Marte y conseguir algo de combustible para su querida nave espacial. Al final lo logran y nos haces emocionarnos con ellos, pues su recorrido en la historia hace que nos identifiquemos con ellos. Muy bueno.
    Un abrazo, Ana,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Ricardo. Me alegro que te parezca bueno, un abrazo

      Eliminar
  18. Hola Ana Lía,
    Un relato de ilusión y sueños, solo la niñez es capaz de construir con la imaginación. Me ha encantado, entrañable!!!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Marisa! Como me alegra tu comentario, es un placer que estés aquí. Un abrazo

      Eliminar
  19. WOW. QUÉ TERNURA. IMPRESIONANTE

    SALUDOS
    CARLOS

    ResponderEliminar
  20. Maravilloso y enternecedor relato Ana. Me ha hecho recordar lo esperanzadora que es la vida cuando eres niño.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y cuando eres mayor, todo es ponerse Alejandro :) Un abrazo y gracias

      Eliminar
  21. Un gran cuento, Ana Lia. Como siempre el agua, eso que escasea ahora y siempre... Y el encantador vínculo de los hermanos que ya sean de sangre o de pura hermandad, hacen que los sueños se puedan cumplir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Mirna, un placer tenerte aquí y el comentario. Un abrazo

      Eliminar
  22. ¡¡Ana!! ¡¡Qué chuli!! *-*
    Ha sido como ser un colono de los Estados Unidos, con su carreta, el campo, los búfalos... Y de pronto... ¡Deimos! Y mi cabeza salta "¿Fobos? ¿What? Pero... ¿Qué leches?" Y te encuebtras en Marte...
    ¡¡Ha sido divertido y tierno!! ¡¡Sorprendente!!
    ¡¡Besis Guapi!! ;)
    PD: Sí, soy Escorpio... ¡Molap! ;P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Campanilla! No soy mucho de astrología pero me hizo gracia que en tu relato fuera concretamente esa constelación. Lo que sí me gusta es la astronomía :) Un fuerte abrazo

      Eliminar
  23. La elección de los personajes creo que es muy acertada para la historia Ana!!:)
    Está genial, mezclas dos mundos de una forma increíble!! jeje
    Un saludo enorme ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Agustin. Me alegro que te gusten Milly y Charlie :) Un abrazo

      Eliminar
  24. Bello y esperanzador cuento Ana Lía! Me gusta mucho cómo van surgiendo los personajes, la geografía y las necesidades... Muy bien contado ;) Besosss

    ResponderEliminar
  25. Me has engañando, compañera. Creí que los cohetes espaciales que nombraba Milly no eran más que suelos con los que la joven encandilaba a su hermano para distraerlo de su penosa existencia, y sin embargo eran de lo más real, sólo algo a lo que la falta de dinero impedía alcanzar.
    Me ha encantado tu relato. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Bruno. Algún día verás que era posible tal y como le hubiera gustado al señor Bradbury. Abrazo

      Eliminar