viernes, 12 de junio de 2015

7814


- Disculpe, ¿qué hora tiene, señorita? - me preguntó temeroso por mi probable reacción de espanto.

Su rostro reflejaba con claridad el imperdonable paso del tiempo. La melancolía en cada una de sus arrugas era evidente a simple vista y su aspecto era atroz. No era más que un mendigo. Fue su mirada limpia la que me eclipsó, una mirada que detenía el tiempo. Detrás de toda esa fachada cargada de, tal vez, malos recuerdos y una gran cantidad de mugre; había un fondo de paz, un alma pura.

El agua sacudía con fuerza los cristales frontales del autobús. El chófer permanecía inconsciente o muerto sobre el volante. La gente gritaba histérica y todo se volvió un infierno. Justo cuando iba a rendirme, a morir asfixiada entre el resto de personas que se atrincheraban en la parte trasera mientras el agua comenzaba a anegar en segundos todo; él me tomó por el brazo, rompió uno de los cristales laterales y me empujó fuera del vehículo. Él intentó salir tras de mí pero la apertura era muy angosta y fue imposible.

Fui, desgraciadamente, la única superviviente de ese trágico accidente. Han pasado muchos años y no he dejado de pensar en su mirada de resignación a través de esa pequeña apertura del cristal mientras era engullido por el lago. Se convirtió en una obsesión. Si tan solo hubiera podido responderle a su pregunta o decirle sin más – estoy aquí, no estás solo -. Sólo hubieran sido suficientes unos segundos más, unos pocos segundos más.

Hice la prueba número 7814 de mi máquina del tiempo. Fueron tantas que el pesimismo me acompañaba sin remedio, no pensé que sería la definitiva.

El viaje fue extraño pero directo y perfecto, según lo planeado. Llegué a la última parada y escondí la máquina entre la maleza. Como era de esperar, el autobús paró. Vi al chófer, me sonrió. Pagué mi boleto y no me alejé de él para evitar que se durmiera. Giré levemente el rostro y le vi. Enjuto, melancólico, justo detrás de mí mirando a través del cristal. También estaba yo, distraída como siempre estaba antes.

En el instante que rebasamos la entrada del puente escuché su voz. ¡Cuántas noches de insomnio había recordado aquel seco timbre y cuántas veces había deseado escuchar de nuevo su pregunta para regalarle mi respuesta!

- Disculpe, ¿qué hora tiene, señorita? - preguntó a mi yo pasado, temeroso.

Me distraje un momento, sin querer, con el recuerdo pasado que me trajo su voz. Regresé a la realidad y miré al conductor. Ya estaba casi dormido. Le grité y tomé el volante para evitar el choque. Logré salvar la caída al lago aunque tuve que dar varias sacudidas que tumbaron el autobús en el asfalto.

Perdí la consciencia unos minutos. Desperté por los quejidos de la gente atrapada entre los asientos. Alguien lloraba.

Otra voz entrecortada se mezclaba en el ambiente – estoy aquí, no estás sola.

El llanto cesó y al girarme le pude ver abrazando a mi yo pasado e intentando detener la hemorragia que me había provocado un cristal roto de una de las ventanas laterales, pero sin éxito. Fui, afortunadamente, la única víctima de ese trágico accidente.



61 comentarios:

  1. Una idea elaborada y muy bien urdida. Un relato de suspense que mantiene la tensión en todo su trayecto. Un viaje en el tiempo en varias proyecciones, en el rostro del mendigo, en el recuerdo insistente de la protagonista y en esa lograda prueba 7814 que desencadena en un absoluto cambio de los acontecimientos. Me ha parecido sensacional y extraordinario. Me ha encantado, Ana.
    ¡Abrazo, Amiga de las Letras!

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    1. Gracias Amigo de las Letras. Me alegro que te gustara :) Un fuerte abrazo, Edgar

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  2. Excelente Ana.
    Por un segundo pensé que le mendigo podria haber sido tu hijo futuro, o tu marido ya envejecido por el tiempo.
    Sin embargo tu giro propuesto ha estado genial.
    Imagino entonces, que tu yo actual desaparece por que nunca existió, y entonces no puedes regresar para salvar el autobus, con lo que la historia vuelve al punto inicial, y entonces....jejejejeje
    Disculpame la broma.
    Excelente, maravilloso y sorprendente relato.
    Un abrazo

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    1. jajaja, ya. No sé que ocurre después. Quizás queda desdoblada o quien sabe. Muchas gracias y un abrazo, Oscar

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  3. Hola Ana, sorprendente final, buenisimooo!!!
    Saludos

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  4. Al final, consiguió cambiar el pasado. Pero creo que no muere sino que se desdobla. Quien lo hace es su otro yo paralelo. Uff, como me comen la cabeza estos relatos. Muy bueno, Ana. Bsos

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    1. Sí, también lo imaginé así. Que ella se queda tranquila porque cambia el pasado aunque haya muerto en el pasado (no desaparece). Gracias Fer, besos :)

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  5. Fantástico, logradísimo un acto de clarividencia.

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  6. Genial, una gran paradoja. Ese yo futuro con el yo pasado. Si te pones a pensarlo entras en bucle. Buena idea la del mendigo diciendo las mismas palabras que ella había reservado para él. Precioso. Un abrazo guapa.

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    1. Muchas gracias, María. Sí, quise hacer un bucle. Quien sabe, quizá luego el mendigo hace lo mismo por ella y se repite la historia. Un fuerte abrazo

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  7. El gran temor unido a todos los viajes en el tiempo hecho realidad: Cambiar algo que altere definitivamente el futuro. Me ha parecido muy bueno el relato. Saludos.

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  8. Cambiar el pasado para evitar un presente de ese momento que no deseamos, para sustituirlo por otro presente diferente... ¿mejor?

    En el caso de tu relato murieron menos personas, pero no puedo decir que me alegre del cambio. Me dejas pensando, Ana :)

    Un relato estupendo, muy bien hilado, cosa que no es fácil cuando se escribe sobre cambios de tiempo, y muy ameno. Me ha encantado, Ana (aunque sigo pensando jajajajaja).

    Un besote, que tengas feliz noche de sábado!!

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    1. Muchas gracias, Julia. Perdón por tardar en contestar. Ya, es curioso porque en todas las historias de máquinas del tiempo parece que siempre algo saldrá mal. Tal vez sea así porque como realmente ya no podemos cambiarlo pues debemos consolarnos o conformarnos con la idea de que no hubiéramos podido arreglarlo....me quedo también pensando, jaja. Un fuerte abrazo y feliz semana

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  9. Trágico final, para un viaje tan deseado.
    Maravilloso Ana. Me encantó.
    Un besazo!!!

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  10. Enganchada desde la primera línea. Muy bueno, Ana Lía!

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  11. Un relato muy bien hilado, Ana Lía. Y ese final, transformando a la protagonista en una especie de sacrificio humano a cambio de esas vidas cuyas muertes tantos remordimientos le causaban, espectacular. Un abrazo. : )

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  12. MAGNIFICO Ana.
    Un gran viaje este relato.
    Desborda imaginación, fantasía, sensibilidad.
    Es muy bueno.
    Felicitaciones Ana.
    Beso

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  13. Ostras, qué bueno. Me ha encantado. Una trágica muerte que salvó numerosas vidas. Gran relato, Ana. Eres una crack en sorprendernos ;)

    ¡Besotes!

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  14. ¡Uf, provoca emociones! En unas pocas líneas hay ciencia ficción, sobresaltos y, sobre todo, humanidad. Este cuento es también una máquina del tiempo: mucho en muy poco tiempo de lectura. Muy bueno, en resumen.

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    1. Un placer tu comentario, Luis. me alegro que te haya gustado :) Un abrazo

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  15. Las segundas partes nunca fueron buenas, dicen. Y, por descontado, siempre hay uno que sale más malherido o que se sacrifica...

    Por supuesto que el relato me ha gustado mucho Lía. Lo he disfrutado. Un abrazo fuerte.

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    1. Ya, seguro que si vuelve a hacer el viaje sale algo peor. Será porque es un punto del tiempo en el que debe pasar algo y está :) Gracias Joan, un abrazo enorme

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  16. Me ha gustado mucho Ana, explicado de una manera muy amena y con mucha sensibilidad; vamos, que genial ;)

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    1. Muchas gracias Ramón :) Me encantó tu comentario, un fuerte abrazo

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  17. Imaginación, fantasías y sobre todo emociones ....es muy bueno y lindo xD
    Saludos

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    1. Ooooh! Gracias Alma. Si te emocionaste logré mi objetivo. Te envío un abrazo!

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  18. Que bueno, Ana! Que ocurrente. Me parece fantastico. Enhorabuena!

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  19. Hola Ana Lía.
    Es un cuento muy hermoso y profundo que nos lleva a la reflexión y adentrarnos en nuestro mundo interior.
    Me encantó el rencuentro con el mendigo y con tu yo pasado, ese abrazo y la frase que deseamos escuchar: "Aquí estoy, no estás sola"
    Cuando se manipula las lineas del tiempo las consecuencias son impredecibles.
    Me encantó. El final espectacular.
    Es posible que desde el inicio quien haya estado muerta era ella, solo que es ahora cuando se da cuenta.
    Un gran, gran abrazo.

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    1. Muchas gracias por tu comentarión, Lucía. Exacto, ella murió la primera vez porque su vida dejo de ser suya. No sentía que fuera justo y por eso quiso cambiarlo. Me recuerda a estos versos de Pablo Neruda:
      Muere lentamente
      quien no viaja,
      quien no lee,
      quien no oye música,
      quien no encuentra gracia en sí mismo.

      Un fuerte abrazo :)

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  20. Realmente, si se pudiera volver atrás y cambiar el pasado, la mayoría lo haría para su ventaja. Me ha gustado mucho el relato.

    Un saludo!!!

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    1. Muchas gracias, Skuld. Realmente creo que pesa más la culpa, el remordimiento y que, generalmente, la gente no es así. Da más fuerza para cambiar las cosas algo que consideramos bueno para otros que algo sólo para nosotros mismos :) Un fuerte abrazo

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  21. Toda una heroína la protagonista, aunque sus motivaciones no fueran tan heroicas. ¿Son en realidad los héroes desinteresados? ¿El amor nos lleva a hacer cosas increíbles? incluso a la heroicidad.... Todo esto y mucho más, en los próximos relatos de estas estupenda escritora.

    Un saludo mochuela

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    1. Ooooooh! Santiii! Yo creo que sí. Se hacen más cosas por amor que por cualquier otra cosa. Un abrazo mochuelo!!

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  22. Hola Ana,he leído y me a gustado,gracias por compartir de la manera de que escribes,y si el amor como en todo en la vida y el texto que comentaste,genial campeona,feliz viernes.
    Muere lentamente
    quien no viaja,
    quien no lee,
    quien no oye música,
    quien no encuentra gracia en sí mismo.

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    1. Muchas gracias, Jose. Me ha encantado tu comentario, eres muy amable. Te mando un abrazo

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    2. Gracias a ti por enseñar así aquí que uno aprende a su ritmo,guapo blog,feliz día de este nuevo martes Ana lía.

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  23. Ana
    Poco puedo decir que no hayan dicho los compañeros.

    Excelente relato donde recreas ese anhelo que a veces se siente de querer cambiar los acontecimientos y el final sorprendente y bueno para todos excepto para la protagonista que acaba siendo la única víctima, aunque quizás si pudiera, ella estaría encantada de su sacrificio.

    Me ha gustado mucho, mantienes perfectamente la tensión a lo largo de todo el relato.
    Un saludo

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    1. Yo también lo creo, Conxita. Al fin y al cabo ella durante ese tiempo no tenía vida :) Te agradezco el comentario. Un abrazo

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  24. Un relato intenso que ha hecho que se me acelerara el corazón llegando a los último momentos. A la vez, derrocha humanidad. Mediante el fondo de los viajes en el tiempo, nos muestras la bondad de algunas personas, lo que es capaz de hacer por ayudar a otros. La mujer que no pudo salvar a aquel hombre que tanto le afectó, a aquel hombre que no siquiera pudo responder antes del accidente a una pregunta y que le salvó la vida, se pasa el resto de su vida intentando crear una máquina del tiempo para cambiar lo ocurrido, y finalmente lo logra, creando una enorme paradoja temporal que por supuesto, tiene sus consecuencias. Consigue salvar a todo el mundo, a cambio de su vida, pero no la importa, eso la hace feliz. Un abrazo, Ana.

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    1. Muchas gracias, Ricardo. Sí, no creo que le haya importado haber perdido su vida. Su objetivo era salvarle y ya. Un fuerte abrazo :)

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  25. Magnífico, Anita.Me has tenido con el vello de punta hasta el final.Un besote con abrazo grande!

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    1. Muchas gracias, Clara. Un placer tenerte aquí :) Abrazo grande moza!

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  26. Muy bueno, la forma como elaboras, el suspense, ese esperar a que alguien caído del cielo remedie la tragedia.......pero me quedo con el estoísmo, con esas ganas de ser héroe por un momento para paliar la desgracia, para decir al mundo que el ser humano es humano y que a pesar de lo gilipollas que parecemos, en nuestro interior queda algo que nos asemeja a ese ideal donde no importa de donde vengas, ni lo que seas, ni tan siquiera el color de tu piel y los caudales que lleves en el bolsillo.

    Perdona por el arranque y muchas gracias....me llevo algo. Un saludo.

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    1. Muchas gracias, anónimo :) Me alegro que te guste mi relato y que hayas visto en él todos eso. Un saludo

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  27. Me encantó este relato cuando lo leí hace tiempo en la página cortorelatos, donde yo también cuelgo mis desvaríos, y retomando la lectura de tu blog lo he vuelto a disfrutar.
    El viaje en el tiempo es algo que siempre me ha fascinado, desde "La máquina del tiempo" (la película protagonizada por Rob Taylor me llegó antes que el libro de Wells) pasado por los Terminator de Cameron y el DeLorean de Zemeckis, hasta llegar a la actual serie "El Ministerio del tiempo", que reconozco me tiene enganchado. También yo he escrito sobre ello (cualquier aficionado a la ciencia ficción termina tarde o temprano cayendo en sus garras), en un relato que titulé "Todo el tiempo por vivir", pero tu cuento es precioso y está muy bien narrado (como siempre haces, malacostumbrándonos), manteniendo el suspense en todo momento para obligarnos a beber hasta la última de tus palabras. Hablas del estoicismo; de la rsignación ante lo que es inevitable, y así tu protagonista anónima se enfrenta a la muerte sabiendo que hace lo correcto, como mis veinte gallegos y un gaditano embarcados en la Rabiosa.
    Seguiré profundizando en tu blog, amiga Ana. Un abrazo.

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    1. Lo que hubiera dado por estar a bordo de La Rabiosa :) Pues buscaré tu relato y muchas gracias por el comentarión. Un fuerte abrazo, Bruno

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  28. Quedé atrapada por tu relato, como la protagonista, pensando en volver obsesivamente. El deseo de cambiar el pasado y la trampa del destino que finalmente le fue adverso, como si dijera que no conformarse con lo que toca puede ser peligroso...

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    1. Muchas gracias, Mirna. Es que somos inconformistas por naturaleza. Menos mal que (de momento) no se puede hacer ese tipo de viajes. Imagínate que "sindios" aunque por otra parte, sería alucinante. Un fuerte abrazo, moza

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  29. Extraordinario manejo de la historia coordinando esos cambios temporales del suceso que a través de tu ingeniosa trama adelantas o atrasas las manillas del reloj evitando que la tragedia alcance al conductor y viajeros de este vehículo intemporal e imaginario.
    Me encantó, Ana Lía, la lectura de tu genial relato de ciencia-ficción.

    ¡Besos!

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    1. Oooooooh! Muchas gracias, Estrella. Me alegro que te guste. Ya estoy preparando el próximo concurso, mmmbuajaja. Sabes de qué hablo :) Besos!

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