Estuve caminando quién sabe durante cuánto, tal vez un segundo o quizá una eternidad; llorando en la completa oscuridad intentando casar los pedazos en los que se había convertido mi corazón. Un rompecabezas imposible, creo que incluso me faltaban piezas.
El caso es que me topé con alguien que tenía algo entre sus manos. Al chocar, a ambos se nos cayó lo que llevábamos. Fue curioso mirar al suelo y ver, junto a los míos, sus pedazos que también eran de un corazón roto. Sin dudar, nos agachamos rápido a recoger cada uno los nuestros.
- Es difícil armarlo de nuevo - me dijo con cierta vergüenza.
- Lo sé, lo estoy dando casi por imposible. Si quieres te ayudo y tú me ayudas a mí. Tal vez entre los dos sea más fácil - contesté con una sonrisa.
Accedió al instante y ahí estuvimos quién sabe durante cuánto, tal vez un segundo o quizá una eternidad; construyendo y casando piezas hasta por fin armar los dos corazones.
Nos sentimos muy felices y allí, tirados en el suelo, observamos el gran trabajo que habíamos hecho con una salvedad, uno de los pedazos estaba cambiado. Por alguna razón una de sus piezas quedó soldada en mi corazón y una de las mías en el suyo sin poder sacarlas de nuevo.
- No puedo dártela. Me la tendré que quedar - dijo.
- Yo tampoco así que te regalo la mía y si quieres yo cuidaré de la tuya - contesté.
- También te la regalo, estará mejor contigo - me susurró acercándose a mí.
Me acarició suavemente y me besó quién sabe durante cuánto, tal vez un segundo o quizá una eternidad; una luz nos iluminó y nos sobrecogió un latido muy fuerte que emitieron al unísono nuestros corazones.
Desde el suelo, ambos levantamos la cabeza y vimos que ya no era noche, era un maravilloso amanecer. Me sonrió y le sonreí. Nos incorporamos al tiempo y, tal vez por nuestra torpeza, chocamos fuerte nuestras cabezas convirtiéndolas en mil pedazos.
Me encanta! Y el final jejej cuando encontramos el amor y el corazón palpita, la cabeza deja de funcionar, en algunos casos jejej. Un abrazo :)
ResponderEliminarGracias Elena. Sí, nos rompemos la cabeza literalmente. Un abrazo
EliminarMuy San Valentiniano. Me acuerdo de los románticos: "El corazón tiene razones que la razón no entiende". Muy lindo relato, abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Carlos. O corazón o cabeza pero todo no puede ser, jaja. Un abrazo
EliminarIdílico, como debería ser. Me ha gustado mucho porque transmite esperanza. Sobre la calidad del escrito como siempre muy cuidado, made un Ana.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Francisco. Me alegro que te resulte esperanzador. Un abrazo y besos
EliminarSan pendejin:( yo no creo celebrar el amor por estos tiempos...jiji tú siempre cuentas las cosas muy bien y de la manera cruelmente bonita! me ha encantado!
ResponderEliminarMuchas gracias Ady. Me gusta que veas que hago las cosas cruelmente bonitas! Un beso
EliminarJooooo qué relato tan tierno y tan romántico!! Sin duda es un alegato a lo que debería ser el amor, una fusión de corazones y mentes en condiciones de igualdad. Precioso Ana, quedé enamorada de tu relato :)
ResponderEliminarUn abrazo enorme, madrina!!
Muchas gracias mi preciosa chica amadrinada. Me alegro que te guste. Un fuerte abrazo :)
EliminarLo he leído con una sonrisa tierna y se ha quedado soldada a mis labios. Muy dulce relato! Me encantó. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias María. Me alegra haberte robado una sonrisa :) Un besote
EliminarPrecioso, en serio. Me ha encantado. Cómo se nos descompone la mente cuadno amamos... Enhorabuena, me has puesto los pelos de punta. Será porque soy una romántica empedernida. Un saludo.
ResponderEliminarPues a romanticonear entonces!!! Muchas gracias María, un abrazo
EliminarHola Ana, no sé si te escrito alguna vez en tu blog, pero bueno, no importa, siempre hay una primera vez para todo, tú primera cerveza, tu primer concierto de rock, tu primer bocata de calamares, en fin, que te voy a contar.
ResponderEliminarBonito relato, y aunque estos temas me saturen, sabes contarlos bien sin que sea empalagoso. Aunque prefiero la Ana de humor sarcástico de otras entradas, pero hay que hacer de todo para todos.
jajaja, gracias por el comentario. Tengo que leer tu participación en el concurso de Beatriz. Me va más el sarcasmo y las tontadonas pero en este me he esmerado a fondo. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo
EliminarMuy bueno Ana. Eres una romántica sin solución :P
ResponderEliminarMuchas gracias Jhon. Un abrazo (Señor romántico)
EliminarEnorme micro. Buenísimo.
ResponderEliminarUn saludo, Ana.
Muchas gracias Ricardo, un fuerte abrazo
Eliminar¡Qué potitoooooooooooooooo! *-*
ResponderEliminarHe visto Maripositas revoloteando por la pantalla del Pc... ¡Aiiiix! El Amor... ;)
¡Besines! ^^
Muchas gracias Campanilla, tal vez sean las que vomité el otro día. Un besote
EliminarWow! Me ha encantado, de verdad. Al principio no mucho, la verdad, porque no era nada novedoso. Pero es ese tipo de textos que hay que leer hasta el final para que todo cambie. El desenlace es magnífico, la entrada en un bucle y has hecho lo que a mí me gustaba hacer cuando empecé a escribir: demacrar la belleza, lo bonito.
ResponderEliminarPara mí, es perfecto ;)
Biquiños.
Muchísimas gracias Joker, nunca había hecho nada así y no sabía si estaría bien. Con tu comentarión me quedo supercontenta. Un besote y gracias de nuevo
EliminarMuy bueno robinicola! una gran metáfora de la vida y la historia termina con un final brutal.
ResponderEliminarMuchas gracias Santilógico! Sé que en el fondo eres un romántico, a mí no me engañas ;) Un abrazo
EliminarEs la mecánica del corazón. Como cuando desmontamos un aparato y al volver a encajar sus piezas, siempre nos sobra o nos falta alguna. Genial si vale para arreglar otro. Ay, Ana Lía de los suspiros, dónde quedó nuestra inocencia para escribir como tú. Besototes.
ResponderEliminarOhhh!!! Gracias Fer. Me quede con cien suspiros escuchando un murmullo pero no sé si será inocencia. Un besote
EliminarSan Valentín a tope, que es hoy. Como tengo el punto romántico algo raquítico aprecio en lo que vale las historias en que la fusión sentimental anda en juego sobre todo cuando como en este caso el final feliz se trastoca en algo malévolo y sarcástico. Es lo que tiene el amor y sus desdichas, cuanto menos caso le haces más pronto adquiere su verdadero sentido
ResponderEliminarBicos
"Hoy es el día de los enamorados!!" jaja, ya. Muchas gracias max, un beso
EliminarQué tierno, un tropiezo involuntario pero decisivo Ana. Un saludo!!
ResponderEliminarGracias Sonia Le Lo, un abrazo
EliminarSaludos, Ana Lía, muy lindo tu relato. Resolver un rompecabezas como ese no se puede hacer solo. Qué bueno que se encontraron esos dos seres aunque después rompieron sus cabezas .-). Muy bueno y hermoso!. Cariños y bendiciones!
ResponderEliminarYa, esos dos seres me los imagino formados con piezas diminutas de puzzle, todo el cuerpo. No lo describí porque no supe hacerlo así que lo dejé así. Gracias guapa! Un beso
EliminarUps! me has descubierto... creo que en otra vida debí de ser legionario romano... Gran relato como ya te dije, todos buscamos quien complemente nuestros corazones, aunque en este caso el final resulta un tanto "chocante". Saludos.
ResponderEliminarjaajaj, me alegro de que te chocaras con este relato. Un placer que me comentes, un abrazo
EliminarMaravilloso texto, Ana Lía. Me ha gustado tanto que lo he vuelto a leer unas cuantas veces más. Y leyendo y releyendo he notado que el tiempo se me iba de las manos, tal vez un segundo o quizás una eternidad; pero ha valido la pena.
ResponderEliminarUn abrazo. ; )
Muchas gracias Pedro!!! Es un vórtice espacio-temporal....me alegro que te gustara. Un abrazo
EliminarUna historia de amor relatada con tanto sentimiento merece mi aplauso. Excelente
ResponderEliminarGracias Jorge, quise hacer una historia surrealista sobre el amor cotidiano y convertirlo en bucle infinito. Incluso pensé en hacer otra segunda parte, llamada "Rompecorazones", pero sería muy predecible después de esta. Un abrazo
Eliminarmuy bueno el relato... me gusto mucho... saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, un placer que te haya gustado mucho :) Saludo
EliminarMe encantó!!! Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias Mónica! Un abrazo
EliminarUno de los relatos cortos más hermosos que he leído en un muy buen tiempo, me gustó como fluían las palabras y el hecho de que en ningún momento se sintió “melcochoso” ni nada. Un hermoso relato de amor, el final me dejó con una tibia sensación en el pecho. Grande. Saludos y que tengas un buen inicio de semana.
ResponderEliminarQue hayas tenido una tibia sensación en el pecho siendo un maestro del terror es toda una recompensa para mí. Me tienes en vilo esperando tu carta manuscrita de amor! Creo que será muy interesante :) Muchas gracias, Jorge. Un abrazo
Eliminarqué añadir...,querida Anita.La esperanza que trae el amor después de haber estado en fuga es como el viento fresco que anuncia una tormenta de verano, refresca corazón y mente y los llena de oxígeno y vida.
ResponderEliminarun abrazo grande.
Qué dulce eres, Clara. Qué bonito tu comentario. Muchas gracias moza. Un fuerte abrazo
EliminarHola Ana, como estás!
ResponderEliminarAcabo de entrar en tu blog y releí este relato. Lamento no haberte dejado comentario alguno en su momento pero como dicen; nunca es tarde para hacerlo.
Me impresionó el romanticismo que destila, la suavidad, la calidez, la candidez. Y muy reflexivo por cierto.
FELICITACIONES ANA QUERIDA.
Beso.
Muchas gracias, Ricardo. Ya sabes eso de que "Si no tardas mucho te espero toda la vida" :) Me alegro que te gustara. Un beso Maestro
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